20140213

El tiempo es infinito, indeseable, inquebrantable, el tiempo sólo espera a aquellos que no tienen ningúna razón para hacerlo esperar.
No sé, no lo sábes. Lo único que sé es que en este momento mi alma se siente plena, me siento tranquila, siento que pudiese cerrar los ojos y no despertar, y todo estaría completamente bien.
Nunca antes me había sentido así, que floto, que puedo dejar todo ir, que no tengo miedo de perder nada, que simplemente lo dejo ir.

Mi fuerza de voluntad poco a poco se desvanece, mi orgullo de quiebra de una forma tan dura que ya nisiquiera me importa, no me importa que me pisoteen, porque, de alguna forma, es lo que necesito.
Necesito que me traten mal, necesito que me hagan necesitar algo y principalmente que me hagan tener miedo de perderlo.

"Por eso te gusta tanto, ¿verdad? Porque sabes que en cualquier momento se puede ir."

He dejado de pensar en el orgullo, solo quiero dejarme llevar por él. (aún no hablo de el en segunda persona, siento que aún no es el tiempo). El que me quiere, el que me ha dicho estar orgullosa, el que me entiende, al que yo entiendo (principalmente eso, siento que nunca había comprendido a alguien tanto como a él). Con quien platico de cualquier cosa, por más enferma que esta parezca. Aquel al que me dan ganas de besar, de abrazar. Esas ganas que desde hace tiempo se habían ido, desaparecido.

Es posible, que como él lo tuvo (o tiene, no estoy segura) yo tenga miedo de perderlo, a él, a su alma, a su desesperación, a su cariño, a su risa, a sus abrazos, a su cabello, a sus ojos. Por que sé, que teniendo un alma y un temperamento así, puede tener a cualquiera, a quien quiera, a quien lo desee.

Prefiero mil millones de veces que tenga cientos, miles de amantes, a que empieze a encariñarse mucho con una sola persona. Tengo miedo de volver a ser la segunda opción.