Esa vez que fuí a tu casa, jugué con todos e incluso usé una de tus camisas, fuí muy felíz.
Por el simple hecho de estar jugando con todos como antes.
Aunque me sacó un poco de onda que dijeras que no somos novias, pero aún así me besaras cada que tenías oportunidad.
Pero, bueno, ignorando eso, me sentí muy feliz por volver a dormir contigo, sentir el calor de tus piernas, y abrazarte como tanto me gusta hacerlo, no quería tener sexo, quería simplemente estar junto a tí, cariñosamente, como casi nunca estamos. Demostrarte mi amor como nunca te lo demuestro, sin hablar, solo, abrazarte.
Oh, abrazarte...
Te extraño mi vida, como no tienes idea.